Pertenece a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, una fraternidad sacerdotal dedicada al fomento, cuidado y sostenimiento de las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales. Fue fundada en 1883 por el beato Manuel Domingo y Sol, a quien Pablo VI nombró "santo apóstol de las vocaciones" y a quien beatificó Juan Pablo II. Con ficho fin ha ido erigiendo centros de animación vocacional en diversos lugares: Madrid, Washintgon, D.C., Buenos Aires, Córdoba (Argentina), Caracas, México y Lubumbashi (Congo).
La Hermandad llegó a México en 1898. Durante más de cien años ha trabajado intensamente en formación sacerdotal, la preparación de los agentes vocacionales y el fomento de la espiritualidad vocacional de los laicos.